Esta escultura de rostro destaca por su expresión intensa y el uso de barro refractario cocido a alta temperatura, lo que le confiere una gran resistencia y un acabado único. La pieza, con dimensiones de 40 x 30 cm, combina detalles sutiles con una textura robusta, ideal para aquellos que buscan una obra de arte con carácter y profundidad. Su diseño atemporal la convierte en una excelente adición para cualquier espacio decorativo, aportando una atmósfera de misterio y sofisticación.